Saga | Número | Año | Editorial | Valoración | Lectura | Formato | Idioma |
Los juegos del hambre | 3 | 2010 | Océano | 5/5 | 06/09/23 - 05/10/23 | Físico | Español |
SINOPSIS
Katniss Everdeen, la chica en llamas, ha sobrevivido de nuevo a Los Juegos, aunque no queda nada de su hogar. Gale ha escapado. Su familia está a salvo. El Capitolio ha capturado a Peeta. El Distrito 13 existe de verdad. Hay rebeldes. Hay nuevos líderes. Están en plena revolución.
El plan de rescate para sacar a Katniss de la arena del cruel e inquietante Vasallaje de los Veinticinco no fue casual, como tampoco lo fue que llevara tiempo formando parte de la revolución sin saberlo. El Distrito 13 ha surgido de entre las sombras y quiere acabar con el Capitolio. Al parecer, todos han tenido algo que ver en el meticuloso plan… todos menos Katniss.
El éxito de la rebelión depende de lo dispuesta que ella esté a ser una marioneta, a aceptar la responsabilidad de incontables vidas y a cambiar del curso del futuro de Panem. Para hacerlo debe dejar a un lado sus sentimientos de rabia y desconfianza. Debe convertirse en el Sinsajo… a cualquier precio.
RESUMEN
El comienzo del libro, muestra a Katniss asimilando la destrucción de su hogar, con ello, su cabeza da mil vueltas sobre una sola idea y es que todo es culpa suya.
No pasa mucho tiempo antes de tener noticias de Peeta, quien se encuentra vivo y con residencia en el Capitolio, ante lo cual Katniss sólo puede demostrar su miedo y preocupación por cómo los ciudadanos de Panem, específicamente los rebeldes, pueden reaccionar a sus palabras. Por tal motivo, ella aprovecha la necesidad de la rebelión por un Sinsajo, condicionando a la líder, Alma Coin, de indultar a los vencedores.
A partir de ello, Katniss y un equipo de rebeldes del Capitolio, liderado por el ex Vigilante en Jefe del Vasallaje, Plutarch Heavensbee, se dedican a producir anuncios publicitarios para que los distritos se unan a la resistencia contra el Capitolio. El primero de estos propos se trata de la visita y el ataque hacia el Distrito 8, el cual se debate el tiempo en pantalla con una entrevista a Peeta, donde éste alerta a los rebeldes de un próximo bombardeo.
Katniss se da cuenta que cualquier movimiento de ella como el Sinsajo significa la tortura para Peeta, por lo que los rebeldes toman la decisión de rescatarlo del control del presidente Snow, sin embargo, cuando éste se reencuentra con su antigua compañera tributo, su única reacción es intentar estrangularla.
Posteriormente, descubren el tipo de tortura por la que Peeta pasó, una especie de lavado de cerebro donde alteran sus recuerdos y logran que perciba a Katniss como una amenaza que debe eliminar. Ante esta noticia, Katniss acepta que el verdadero Peeta ha muerto y, al no soportar la situación, pide que la retiren del distrito.
En consecuencia, es enviada al Distrito 2, donde quedan los únicos ciudadanos distritales que continúan mostrando apoyo al Capitolio. Allí, Gale, Beetee y los soldados rebeldes residentes idean un plan para hacerse con el control del Hueso, un fuerte que representa las más fuertes alianzas para el gobierno de Panem. Con muchas pérdidas materiales y humanas, precedidas por una trampa diseñada por Gale, los rebeldes consiguen el apoyo total de los distritos, lo que marca el inicio de la invasión a territorio Capitalino.
Para Coin, Katniss es el símbolo de la rebelión, no un soldado, por lo cual la obliga a pasar por el entrenamiento militar antes de unirse a las filas. Ella lo logra y es asignada a un pelotón con Finnick, Gale y su equipo televisivo como compañeros de guerra, no obstante, el objetivo del escuadrón es continuar con los propos, esta vez, sobre el avance de los rebeldes.
El escuadrón pierde su primer miembro, pero rápidamente es reemplazado, para sorpresa de todos, por Peeta. Él parece estar ligeramente más recuperado de su tiempo secuestrado, aún así, sigue teniendo episodios de rabia y descontrol que terminan cobrando las vidas de algunas personas del grupo.
Tras un ataque por parte de vainas (dispositivos que tienen por objeto eliminar a los enemigos), Katniss se roba el liderazgo del escuadrón y convence a los sobrevivientes de estar bajo una misión específica de Coin, que es matar al presidente Snow, aprovechándose de la situación en que ambos bandos los dan por muertos. En vista de aquello, optan por continuar su avance de manera subterránea, lo cual no ayuda mucho, pues es corto el periodo que mantienen la ventaja antes de ser atacados por agentes de la paz, mutos y vainas, simultáneamente.
El grupo se reduce a cinco personas: Cressida y Pollux, del equipo de grabación, junto con Gale, Peeta y Katniss. Encuentran refugio con una antigua estilista de los Juegos del Hambre, aliada de Plutarch, para después confundirse entre la multitud de ciudadanos del capitolio, con la esperanza de acabar con el presidente.
No vale demasiado la pena, ya que, en las calles, reina el caos. Todos luchan por sobrevivir y buscar un lugar seguro, pero los niños son la prioridad de las autoridades y su “importancia” representa el camuflaje perfecto para una cerca humana. Al estar todos reunidos en un punto, un aerodeslizador identificado como del Capitolio vuela por encima de ellos y libera los paracaídas que tanta esperanza les daba a los tributos dentro de la arena, contrario a su significado, algunos explotan dejando muertos y heridos menores de edad; paramédicos rebeldes son los encargados de atender a quienes puedan, entre ellos la hermana de Katniss, Prim. Katniss apenas tiene tiempo de reconocerla antes de que las siguientes detonaciones ocurran y le quiten la vida.
Algunos días después, Katniss está en duelo por su hermana, pero encuentra el lugar de la mansión presidencial donde han encarcelado a Snow, éste le explica cómo esas bombas no fueron plan suyo, sino de Coin y, luego de analizarlo, ella llega a la conclusión que tal información no es mentira.
Llegado el momento de la ejecución del tirano de Panem, Coin anuncia ante los vencedores una última edición de los Juegos del Hambre, en la que participen descendientes de altos funcionarios del Capitolio.
A Katniss se le asigna la tarea de ejecutar a Snow, tal como ella lo solicitó cuando negociaba para convertirse en el símbolo del movimiento rebelde, aunque sorprende a todos los espectadores cuando, en lugar dispararle a él, lo hace hacia Coin. Después, es confinada en una habitación de la mansión, hasta que Haymitch la recoge para regresar al Distrito 12.
Tras un largo periodo de depresión por todas sus pérdidas, en especial la de Prim, Katniss comienza su recuperación hasta que descubre que Peeta ha regresado al distrito. Entre ambos y, eventualmente, Haymitch, se apoyan para superar o, al menos, dejar atrás las cicatrices mentales que dejan los Juegos del Hambre y la guerra; poco a poco, vuelven a encontrar motivaciones para seguir viviendo y darle significado a los seres queridos que no pudieron experimentar el nuevo Panem justo y libre.
En el epílogo, Katniss narra que los recuerdos del pasado jamás se irán, ni los dejarán en paz a ella, ni a Peeta. Hace su mayor esfuerzo por sobrellevarlos, por el bien de ella, de Peeta y de los dos hijos que han tenido juntos, siendo el mejor método enumerar las cosas buenas que ha visto, lo compara con un juego tedioso luego de años en los que se ha repetido, pero finaliza su historia reconociendo que hay juegos mucho peores.
OPINIÓN
Escribo esta opinión dos días después de haber terminado el libro y todavía no asimilo todo lo que pasó, en especial los últimos capítulos. Es un libro feo, y no me refiero a que sea malo, sino todo lo contrario: antes de esta lectura Sinsajo me parecía el menos interesante de la saga, pero ahora no dudé en considerarlo el mejor de los tres. Es un libro feo porque se involucra en temas muy sensibles y a través, no sólo de Katniss, sino de todos los personajes, es posible apreciar las consecuencias psicológicas de lo que implica vivir en Panem durante su etapa de los Juegos del Hambre.
Por un lado, está la culpa de los vencedores, en específico de Katniss, pero también se observa un poco de ello en Finnick. La culpa de haber sobrevivido en la arena y de no poder salvar a todos los tributos que perecieron persigue a Katniss hasta sus pesadillas, al grado de estar en un constante estado de preocupación por todos aquellos que todavía cree poder proteger, pero lo cierto es que están en una guerra, las reglas al respecto no existen y, por tanto, jamás habrá garantía de que todos los que están a su alcance salgan con vida.
Está el shock que significa ver a Peeta mentalmente retorcido. La última vez que se vieron, ambos buscaban cualquier método para mantener al otro con vida, quizá él con más devoción que ella, y cuando por fin se reencuentran, cuando superaron las posibilidades de que cualquiera de los dos pudo haber muerto en cualquier momento, han manipulado el concepto que Peeta tenía de Katniss, los sentimientos que tantos años llevaban creciendo dentro de él fueron cruelmente arrancados. Como lector, también es un impacto fuerte, Peeta es de los personajes más entrañables y matar su personalidad de esa manera tan vil e injusta es destrozar una parte de cualquiera que haya empatizado con él desde fuera.
Es difícil leer el duelo de Katniss por Prim, más que nada porque perderla significa que el motivo principal de la historia ya no tiene objeto, que todo por lo que pasó Katniss fue en vano. Uno sufre con ella porque la acompaña a descubrir que su miedo era correcto, pero dirigido a la persona equivocada; no quiere decir que Snow no haya representado peligro, sólo que no era el único del que cuidarse la espalda, hasta cierto punto, el juego de Snow era muy elegante, mientras que el de Coin implicaba movimientos secretos que le beneficien personalmente. Tampoco se trata de justificar a Snow, si eso pasa significa que no se comprendió la trama principal de esta parte: que el presidente es el original culpable de todo el sufrimiento de Panem, incluidos los ciudadanos marginados del Capitolio. Katniss fue lo suficientemente perceptiva para darse cuenta que Snow y Coin no eran diferentes, puede que, incluso, con su último tiro, haya salvado el verdadero futuro del país.
El final es una lección para todo el que lea esas páginas: “La promesa de que la vida puede continuar por dolorosas que sean nuestras pérdidas, que puede volver a ser buena”, porque casi se siente personal que la depresión y el estrés postraumático de Katniss la hagan tocar fondo, pero es capaz, muy lentamente, de recuperarse y sólo hasta que acepta que el cambio ocurrirá hasta que ella lo decida. Claramente Peeta, quien también está en proceso de recuperación, es de mucha ayuda, pues se convierte en su sistema de apoyo y viceversa, pero pienso que el mensaje va más allá de la pareja romántica, sino que sea una persona con la que uno se sienta cómodo y pueda comprender los sentimientos y vivencias que conforman a cada uno.
CONCLUSIÓN
Sorprendentemente, Sinsajo superó mis expectativas, debido a que, en mi opinión, se ha convertido en el mejor libro de la saga. Fue una lectura con la que mis sentimientos estuvieron expuestos, buenos y malos (más malos que buenos), pero para mí eso es lo que constituye un buen libro.
No puedo decir, en este apartado, si es un final feliz, triste o de cualquier otro tipo, pero, aún sabiendo lo que iba a ocurrir, he concluido la historia de Katniss con la mayor satisfacción que cada evento ocurrido te permite.
Sobra decir que el libro es un 5 de 5 y que 100% recomiendo leer esta saga completa y sin apresurarse, ya que se requiere cierto tiempo para asimilar los hechos y conocer a los personajes si lo que se busca es una experiencia todavía mejor de lo que puede ser superficialmente.
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