Saga | Número | Año | Editorial | Valoración | Lectura | Formato | Idioma |
Divergente | 1 | 2011 | Océano | 5/5 | 31/01/24 - 17/02/24 | Físico | Español |
SINOPSIS
En el Chicago distópico en el que vive la joven Beatrice Prior, la sociedad está dividida en cinco facciones, cada una de ellas dedicada a cultivar una virtud concreta: Verdad (los sinceros), Abnegación (los altruistas), Osadía (los valientes), Cordialidad (los pacíficos) y Erudición (los inteligentes). En una ceremonia anual, todos los chicos de dieciséis años deben decidir a qué facción dedicarán el resto de sus vidas. Beatrice tiene que elegir entre quedarse con su familia… y ser quien realmente es. Sabe que no puede tener ambas cosas. Así que toma una decisión que sorprenderá a todo el mundo, incluida ella.
RESUMEN
Divergente comienza con un vistazo a la cultura abnegada, a través de los ojos de Beatrice, una chica de 16 años que no puede contener su admiración por la facción de Osadía. Por motivo de su edad, ella junto con su hermano Caleb deben someterse a la prueba de aptitud, que les indicará la facción a la que mejor pertenecen, Beatrice, sin embargo, se entera que tiene igual aptitud para las facciones de Abnegación, Osadía y Erudición, aunque esto sólo la pone en peligro ante los líderes de las facciones al ser, lo que ellos llaman, divergente. Lejos de ayudarla a tomar su decisión sobre a qué facción pertenecer, sus resultados la confunden, aunque no la detienen para, al día siguiente, en la Ceremonia de Elección, elegir Osadía como su nuevo hogar, abandonando así a su familia.
La iniciación a su nueva facción empieza desde que los chicos de 16 años que tomaron la misma decisión que Beatrice se ven en la necesidad de saltar a trenes en movimiento y desde un tejado para llegar a la sede de Osadía; una vez dentro, conocen a Cuatro, su misterioso instructor, que los guiará a través de las etapas física, mental y emocional del proceso. A lo largo de todas ellas, Beatrice, quien ahora se hace llamar Tris, pasa desde aprender a usar armas blancas y de fuego hasta enfrentar simulaciones regidas por sus peores miedos, también hace amigos y desarrollar un interés particular por Cuatro, quien, eventualmente, corresponde los sentimientos de Tris hacia él y le revela su origen y su nombre real, Tobias. Durante su acercamiento, comparten sus ideas respecto al sistema de facciones en la actualidad y descubren que no están de acuerdo en que cada facción debe aislar sus valores, sino que, en repetidas ocasiones, éstas se complementan.
Al día siguiente en que Tris y sus amigos se convierten en miembros oficiales de Osadía, tras haber superado su iniciación, la facción despierta sometida a una simulación controlada por Erudición para derrocar el poder gubernamental de las manos de Abnegación. Tris y Tobias intentan escapar para rescatar a la familia de ella, pero son descubiertos y separados para ejecutarla y enviarlo a supervisar la simulación en contra de su voluntad. Tris evita la muerte, pero en camino a reunirse con su padre y su hermano, su madre, quien la acompaña, pierde la vida.
Posteriormente, Tris, Caleb, su padre y otro líder de Abnegación, hacen un intento por detener la simulación que obliga a los osados a deshacerse de una facción entera; al lograrlo, el padre de Tris muere, pero el grupo restante se reúne con Tobias y un compañero de iniciación de Tris, Peter, antes de huir hacia Cordialidad donde buscarán refugio con el resto de los abnegados sobrevivientes al ataque a su facción.
OPINIÓN
La última vez que leí Divergente tenía 17 años, la primera vez tenía 11 y en ambas ocasiones lo que más llamaba mi atención eran las escenas románticas entre Tris y Tobias. Casi 5 años después de la última vez, pensé que eso se debía a mi edad y a mis prácticamente inexistentes experiencias similares, sin embargo frecuentemente reaccioné a algunas escenas (Fourtris) de la misma manera que hace 5 y 10 años; honestamente, me sorprendió darme cuenta, de forma objetiva, que Divergente tiene una considerable cantidad de romance, en especial considerando que Tris y Tobias son abnegados de nacimiento y, como ella lo menciona, los originarios de esta facción no se sienten cómodos con el contacto físico, pero esa “incongruencia” también puede deberse a que, de cierto modo, se identifican con el otro, probablemente por su origen compartido.
Siguiendo la temática de emociones, la mamá de Tris fue mi debilidad. Era sumamente evidente el amor que le tenía a su hija, y por alguna razón fue muy sencillo para mí comparar la relación entre ellas con la que tengo yo con mi mamá, siendo que no hay demasiadas similitudes. Pienso que tiene que ver en cómo se percibe que Natalie haría lo que fuera por Tris, tal como sucedió al final, desde la primera página; desde mi perspectiva, ningún otro libro (de los que he leído en los últimos 2 años) ha logrado plasmar ese sentimiento.
No tengo intención de profundizar sobre Christina, ya que estoy a la expectativa de cómo se desarrolle su personaje en el resto de la saga, pero lo que ahora puedo decir es que tal vez no sea tan amiga de Tris como aparenta. No entiendo estar resentido con tus amigos porque ellos sean mejores que tú en algunas cosas, así no es una amistad.
El libro pertenece al género distópico y, al leerlo, me percaté del verdadero significado o la razón de ser del mismo. No se limita a ser un sinónimo de postapocalíptico o fin del mundo o “sociedad indeseable”, sino que es una crítica hacia lo que la humanidad puede convertirse. Hay pistas bastante sutiles y otras demasiado obvias sobre lo erróneo que es aferrarse a un solo valor e ignorar que todos se complementan entre ellos, desde cómo ser demasiado altruista te lleva a menospreciar tus sentimientos más personales hasta cómo el hambre de poder, basado en ser el mayor poseedor de conocimiento, puede nublar el juicio moral necesario para reconocer el valor de las vidas ajenas.
Otro aspecto que capturó mi atención fue que, de dos libros distópicos que he leído en los últimos años (Divergente y Los juegos del hambre), ambos mencionan que el inevitable desenlace de la evolución de los humanos es el genocidio. En este libro, es la mamá de Tris quien lo menciona: “Los seres humanos en su conjunto no aguantan mucho tiempo siendo buenos; al final la maldad regresa para volver a envenenarnos”. Un pensamiento no tan distante a lo que plantea la precuela de los Juegos del Hambre, que los humanos somos malvados y salvajes por naturaleza y sólo el control (la opresión, en realidad) es lo que nos mantiene en un modo sociable y comunitario.
No tengo una conclusión concreta, sino varias preguntas que no tengo intención de contestar a corto plazo (soy estudiante a poco de egresar, si leer filosofía no estaba en mis planes hace 6 meses, no lo haré en el siguiente año) y todas siguen el hilo de “¿de verdad todos somos naturalmente malos y la decencia es un efecto del control que ejerce la sociedad y la política?” Porque de ser así, eso respondería por qué siempre existe tensión militar entre naciones, por qué desde el 2020 ha habido sustos sobre la Tercera Guerra Mundial, en Francia, Estados Unidos, Rusia y Ucrania, Israel y Palestina. Esos son los ejemplos de mayor escala, pero también existen los tiroteos, crímenes de odio, asesinatos a sangre fría, acoso y hostigamiento de cualquier tipo; todas acciones que provienen de un sentimiento de superioridad (moral, política, académica, etc.), y que encaminan de vuelta a las facciones, a Erudición en específico: yo poseo el mayor conocimiento, yo debería gobernar, aparentemente por el bien de la ciudad entera, no importa cómo, lo primordial es el objetivo. El problema es no darse cuenta de que lo anterior representa un defecto, porque entonces sí, las facciones serán el último de todos los males.
“Cada facción condiciona a sus miembros para que piensen y actúen de cierta manera, y casi todos lo hacen. A la mayoría no le cuesta aprender, encontrar un patrón de pensamiento que le funciona y ceñirse a él […]. Pero nuestras mentes se mueven en varias direcciones a la vez, no nos limitamos a una sola forma de pensamiento, y eso aterra a nuestros líderes. Significa que no nos pueden controlar y significa que, por mucho que lo hagan, siempre les causaremos problemas”. ¿Qué tan lejos estamos realmente de eso? Yo lo veo a diario en mi país, con el gobierno regalando dinero a la mediocridad para convencerlos de que eso es la prosperidad, acogiendo a quienes caen en el borreguismo y tachando de traidores a la patria a aquellos con ideas diferentes, aquellos con la capacidad intelectual para “despertar” al primer grupo y, por tanto, la amenaza para nuestros líderes.
CONCLUSIÓN
Cada vez que leo Divergente aprendo algo nuevo, esta vez no es la excepción, al contrario, creo que aprendí más en esta lectura que la primera vez, hace 10 años. También me he dado cuenta que el género distópico es mi favorito, no tanto por la acción y la supervivencia, sino por los dilemas morales y la crítica social que representa la temática de cada libro, aspectos que me llevan a reflexionar profundamente.
Con ello en mente, el libro es de mis favoritos y sería difícil no recomendarlo o calificarlo como 5 de 5. Es frustrante que la primera referencia que el mundo tiene sobre esta historia sean las películas, porque no reflejan para nada el mensaje original y por el que vale la pena adentrarse en este universo.
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